jueves, 30 de agosto de 2018

Mi vida

Que pasa con el tiempo,
cuando te espero, te espero,
y te espero.?

Como transcurre el tuyo,
mientras el mio
se acaba esperándote?.

Vuelve a amanecer
la vieja y solitaria noche,
que se disolvió en mi tristeza.

Llega el alba otra vez
y el amargo sabor
del mundano café
anida, desprovisto de palabras
que latentes e hirientes
recorren las aristas puntiagudas
de tus mudos labios
que en éste crepúsculo
dibujan mis ojos.

Vuelve a amanecer
una y otra vez.

Y otra vez se repite
como cada día
la espectacular danza.

El cielo
"es el escenario"
el sol que nace
"la vida"
los árboles al aire
"la música del alma"
y las tres, eres tú.

¿Donde guarda el tiempo
nuestro tiempo perdido?

Sabrá el tiempo, que aunque no lo hayamos vivido ese tiempo nos pertenece?

Será capas de devolvernos algo
que el cree jamas nos perteneció?
¿O será tan arrogante como nosotros, y preferirá morir en una absoluta ignorancia sin que nuestro recuerdo lo mencione?

viernes, 10 de agosto de 2018

Que tonto de mi

Que tonto de mi creer

en el destierro de tu amor

en el exilio se tu alma

en el olvido, de tu recuerdo.

Caminé sin saberlo
en él imperio que lleva a tu puerta
y me refugie del tiempo pedido
en el aliento tibio de su beso.

Que tonto de mi creer

que el pasado se olvida

que el mañana llegaría

que el ahora duraría.

lunes, 6 de agosto de 2018

¿Que es rendirse?

Son las seis de la tarde.
Estoy solo con mis pensamientos.
La noche y el día
se encuentran a medio camino
cómo si fueran dos amantes
sólo se ven unos segundos
en los que se acarician las manos
al cruzarse.

Hace un año ella se fue
y aun le añoro.

La busco en mi silencio
como el errante en el desierto
busca el agua.

Pero no hablaremos de rendición
no se lo que significa ese sentir.

Le espero cada día y cada noche.

La abrumadora soledad pasea
por cada habitación de la casa
vacía de ella.
No me asusta, ni se da por vencida
al igual que yo.

La penumbra, cae sobre todo.
En mis ojos, parpadea su recuerdo.

Frente al hogar,
la tibieza del fuego me acoge,
me brinda su calor y me duermo.

Cada mañana
mientras sol se despereza
en el lejano horizonte
y se zambulle en su rojo amanecer
mi mente la trae aquí conmigo.

Despierto, y me quedo en silencio
la veo dormir con inocente ternura
mientras con suavidad
mis dedos apartan su enmarañado
pelo negro de su cara de luna
y tímidamente
rompe mi beso en su mejilla
se alborota el sueño
de ese ser angelical
que imagino a mi lado.

No está aquí conmigo ahora
pero sí, está conmigo ahora.

No me siento solo 
porque ella vive en mi corazón.

No estoy solo,
porque nuestros senderos
tienen como destino
nuestras almas.

Le buscaré eternamente
en los recónditos sitios de mi
imaginación
donde ella siempre ah reinado
donde por siempre, le seguiré esperando.

Porque en esta batalla de distancias
nadie debe rendirse.