jueves, 27 de abril de 2017

Siento frio

Siento frió, pero no es frió
llevo mis manos a mis brazos para darme calor
siento frío, pero no es frío, se que es algo más
ya igual, me ha helado el cuerpo varias veces 
pero no es frío es algo más.

Recuerdo aquella mirada de ensueño, por la que moriría
y entonces, el frió ese que siento, vuelve
pero no es frió, aunque se siente como frío
mi piel se eriza y hasta duele
pero se que no es frió, el frió se siente diferente.

Mañana espero que esa sensación se hubiere esfumado
como el día que termino sin su risa
como la algarabía frenética del ruiseñor 
quiero sea su risa dentro de mi habitación
pidiéndole al cielo que el tiempo no pase.

Ahora que te recuerdo, el frió se ha ido
la magia del pensamiento en unos ojos como los de ella
alejan el frió, y el frío que no es frió, se pierde 
se camufla en la noche, pero ahora ya no me puede tocar
me deja descansar, así como descansa ese amor perdido.

martes, 25 de abril de 2017

De aquí a allá

Es verano en otoño.
El sol descongelo la hierba 

que trasnocho en la intemperie 
clavando escarcha al verde prado.
Los árboles se visten de rojo.
Algunos ya desnudos, no bailan con la brisa.


La carretera comienza a transportarme a casa, 
otra vez la más bella, se dibuja en mis pupilas.

Los molinos de viento saludan 
alejándose en la inmensidad de mi pequeño país.

El ganado se desparrama en el oro vivo de mi tierra, 

mientras las nubes vagan intranquilas en este cielo hoy gris, 
tormentoso y amenazante.
Las nubes, casi puedo tocarlas, 
el paisaje sube y baja como el carrusel, 
los enormes charcos, parecen espejos, 
llenos de gansos, patos, gaviotas​ 
que chapoteando sacuden el cielo en la tierra. 
Las ovejas saltan asustada por el descontrolado sacudir de alas 
mientras el hombre, pasivo y callado, observa la inmensidad.

Una espesa bruma choca con la visión 
que la atraviesa como saeta que avanza sin pausas.
El sonido del motor adormece 

y el asfaltado sendero brilla y habla por el agua, 
que la bendita provincia vertió​ en esta llanura del  Uruguay.
Campos y campos casi infinito 
en una tierra diminuta que a parido 
a personas extraordinarias, 
que viven por el mundo.

domingo, 23 de abril de 2017

Hoy en Siria

Y él, camina entre los escombros
entre ruinas y cadáveres.
En un paisaje salvaje
que otros crearon desde el cielo,
desde muy, muy lejos.

Mamá, mamá se repite 
mientras la sangre que para otros no vale nada, 
se mezcla con la tierra,
el polvo que cae y la muerte.

Mientras, a la infinita distancia, 
en otras tierras, las estrellas son colgadas 
en el pecho de los hombres 
que se convirtieron en héroes, ignorando su dolor.

Esos hombres juegan a la guerra, 
mientras estos niños, la viven cada día 
en lo profundo de su corazón.

jueves, 20 de abril de 2017

En mis sueños

Antes del amanecer de la ciudad
bajo el reino de las sabanas que me cubren del frió 
que es como un pequeño sol de tela sobre mi cama
y tras mis ojos cerrados, no quiero despertar, 
no quiero despertar.

La ciudad me llama, arriba holgazán, 
apenas quito de sobre mi cara y refunfuñando, 
esta manta que me cubre, 
y la claridad se asoma en la habitación,
no! no quiero despertar.

Me dormí muy tarde, caminando en mi mente para hallarte 
mientras la noche, me decía tu nombre, una y otra vez
 quizá en el letargo del despertar te había encontrado
y soñaba contigo.

Las estrellas pasaban por sobre mi 
y se diluían en el amanecer que llegaría
en la aurora cruel que me espera
con ese sol que hoy veo se oculta bajo el gris nubarrón
que antecede la lluvia del corazón. 


miércoles, 19 de abril de 2017

Privilegiados

Tras el biombo de la oscura ciudad 
me pierdo, esquivando piernas
sin querer aceptar la derrota del corazón, 
que los ve soñar viendo el cielo.

Todo lo que pesa en mis hombros 
seguirá ahí para siempre
hasta este momento de desesperanza 
que morirá ahora.

El velo de las miradas, 
vanidosas de indiferencia
ven mas allá del horizonte, 
las almas en el suelo, no importan
quedaran tras su flamante postura que avanza, 
miserables, claudicadas
aun siendo ojos color cielo,
pero muertos de compasión, nievan sobre ellos. 

Vives del dolor cruel que padezco
llenas tu boca y tu mesa de mis manos
eclipsas las sonrisas humildes
que debiera guardar para los míos
quemando la esperanza de un tirón
arrojando al azar, toda mi libertad
haciéndote cada vez mas vil
creyéndote justo y compasivo
mientras la vida me arrastra. 






martes, 18 de abril de 2017

La luz de la luna

La casa guarda silencio
la dulce noche me regala cierta paz.
En mi habitación se cuela un reflejo 
que viene del cielo, la luna apareció.
Las cortinas blancas flotan 
por el estival que aun da vueltas por aquí.
Suena una canción, recuerdas, dice...
me acuesto sobre el acolchado floreado.
Miro lo que puedo ver del techo 
con la luz apagada, pero el dormitorio
se ilumina suavemente por la luz del pasillo
que entra en puntillas sin interrumpir.
Respiro y me digo, dormiré o no
se que aunque me obligue a hacerlo
sera imposible.
La música del órgano congela lo que resta de madrugada
mientras la luna no entiende nada de mi 
y se aleja ociosa
indiferente a este hombre que tanto le escribe.
Tengo hambre de ti
tanta que duele y moja
si pudiera amarte como en mis sueños, 
eso me salvaría justamente ahora.


Por crecer

Ya no hay como ayer, niños que corran en los parques.
Se quedó en el tiempo de mamá, el sol en las mejillas,
que nos regalaba diamantes de sal
que también corrían en mi cara.

Los prados están vacíos, como las manos de flores,
ya no hay a quien dárselas, ya se fue la primavera.
La era de la inocencia, parece haber sido erradicada
por el futuro que se soñaba, en aquel pasado que hoy recuerdo.

Hoy nadie huye por la ventana, en las tardes de siesta
ni se lee en silencio, a la sombra de la imaginación,
aquellas historias increíbles de otras tierras de fantasía
que nos hacían soñar.

Ya no hay como ayer, niños que corran en los parques
y no hay ya parques, todos murieron cuando crecimos
en nuestras espaldas, dejamos la magia de crecer
olvidando en el camino, nuestra frágil humanidad.


Flagelo

Me llevaste al laberinto de tus ansias
arrancando de mi feliz niñes la inocencia
en el alboroto depravado se tu ser,
que hoy deambula sin prisa en busca de muerte.

Abriste en mi alma una herida de carne
que llevo por dentro como un tumor.

La palabra tabú 
 que se entierra en el corazón cada vez más
alude al hecho deshonesto, de tu sangre y la mía.

Vejaste mi tierno cuerpo, mi fragilidad y pureza
por ser yo, 
simplemente vulnerable e ingenuo de tu malicia.

Recuerdo mi alegría al verte hasta ese día.

Después
la vida fue gris y penosa para siempre,
y hasta los olores me apuñalan.

Luego el miedo, la vergüenza y todo lo demás
que hoy como una sombra caminan a mi lado.

Es una montaña que pesa a veces mas otras menos
pero sin dudas pesa.

Apenas puedo pensar, sin cerrar los ojos como ayer
temiendo en mis sueños, 
volver a ser niño y caer en tus manos
que al tocarme, 
dejaron en carne viva los futuros pasitos 
que regalaba, la dulce niñez.


lunes, 17 de abril de 2017

Temor a la luz del sol

Puedo respirar, 
en esta ciudad que me vio nacer,
inti, acaba de cruzar la linea final 
y se oculto en el horizonte.

Puedo respirar, puedo respirar, 
¿sin miedo? 
no lo se, pero surjo.

Apenas las estrellas 
se dejan atrapar por mis ojos
mientras la bruma del rocío llega también a dormir,
en este paisaje moribundo de la tarde 
que nace como un suspiro eterno
que envuelve todo en la magia sutil 
de un solo segundo, y emociona.

El mundo entero parece haber callado, 
igual que un beso calla el dolor,
cuando este es dueño de la pena 
y camina en el tiempo a tu lado.

Solo en casa, 
veo sombras que se escurren en los retratos 
colgados algunos en la pared otros en la repisa
manifiestan vida en el agua de mis ojos
los rasco y vuelvo a ver, no, es solo la mente.

Las paredes están mudas, 
sin nada que decir mientras deambulo
cobija el frió mi piel como el sol del verano quema
pero el día tardara en llegar.

Apresuro mi mente excitada en recuerdos
que se llevo el verano otra vez
palpitan mis ojos bajo ese salado cristal que llueve,
entretanto pasan las horas sin destino
que buscan nuevamente ese crepúsculo
que ha de llegar sin dudas como siempre.

domingo, 16 de abril de 2017

Con todo el fulgor

No me ha regalado el sol del amanecer 
una aurora, como la del mirar de tus ojos.

Aurora mía, o simplemente aurora
que amaneces en libertad
y moras mas allá de mi ocaso
cuanta luz en tu mirar.

El cielo deja de ser azul cuando estas
el aire se vuelve suave en el aura de tu voz
las nubes pasan a ser el suelo, y vuelo
tus manos, la cálida caricia al corazón
tu dulce honestidad,
mi fragancia favorita
y tu boca,
 la miel que cae en mis labios.




Vega

El atardecer presuroso se pone en su sitio
para que solo el sol de tu mirada reine
y la luz de tus labios, invadan instintos
y mis labios, quieran iluminarse en ellos.

Se ve en tu madura esencia 
el fulgor de tus veinte años
como cuando el invierno nos regala 
todos esos días, ese sol resplandeciente.

Carrusel interminable de la noche
que nos llevo al laberinto sin lugar
que nos hizo dar vueltas y vueltas
que arranco sonrisas, miradas y caricias.

Fines, sin fines 
lapsos de tiempo
destinos jamas soñados
cantos del ayer, que suenan igual hoy.

Alejas tu sed 
con el jugo dulce del limón
que disfruta besando tu boca
aun antes de mis besos.

Tu hermoso brazo sobre tu pelo
 mientras descansas relajada 
tiene la  gracia de una pieza de ballet, 
y la belleza del ala de un cisne.

La sublime forma de tu brazo
el recoveco exquisito de tu axila, que es su raíz
la forma en que se eleva al cielo
mientras tus ojos, quien sabe que sueñan, 
me inspira poesías. 







viernes, 14 de abril de 2017

Pálida madrugada

Ahora ves por la ventana 
y el pasado se fue, es adiós.


Ahora ves por la ventana 
y ya no ves aquel adiós, 
sino el recuerdo, 

de alguna vez el futuro.

Brilla en la noche estrellada
un sueño que espera mi sueño
y como brilla esa media luna en el cielo
mis ojos se cierran 
y caeré  rendido a  pies de morfeo.

Calma y pálida madrugada
deja repose en efímeros destellos, la luna en el cielo 
que su vigilia me alcance
y que su prosa se pose, como mis pies en el suelo.

jueves, 13 de abril de 2017

Rojizo y oro

Las lágrimas de los árboles,
caen como hojas color rojizo y oro.

Se deslizan suaves 
en el rostro frío y tibio del otoño.

Caen en el vasto mundo y sobre mi.

Convierten este banco de plaza,
en una barca,
y mis pies inundados de hojas
ya muertas,
se hunden en ellas como en la playa.

La brisa otoñal que aleja el verano, 
las mueve cerca de mi como olas
y se va adueñando de todo,
hace que  le pertenezca.

Los ciruelo del Prado,
con sus hojas violáceas, 
me sonríen bulliciosos.

Todos los tonos de verde, 
corren hacia la noche tras el sol 
y se pierden en el rosedal.

miércoles, 12 de abril de 2017

En el èter

El temporal de la noche
que torcía los pinos,
que balanceaba los nidos
y volaba las hojas
hasta lo alto del cielo,
se detuvo agotado.

El Dios del viento, que sopla
que gime, grita y centellea,
se quedó sin aire en los pulmones.

Y mientras este ser,
vuelve a inhalar, me descanso
y permanezco en mi letargo.

Y allí,
en el regazo eterno de Gea
flotando en el infinito,
me encuentro soñando,
se manifiesta mi felicidad, 
desde la inmensidad estrellada
donde los astros sueñan conmigo,
dónde los Dioses moran,
donde los hombres, buscan sus deseos.

domingo, 9 de abril de 2017

Imagino

La atmósfera, envenena al antiguo yo.

Las risas embriagan el ambiente
a cientos de metros, 
y se mezcla en el aire
con el rocío que va cayendo,
creando con las luces de neón de los faroles 
que hay calles, 
infinitos arcoiris
que al igual que las sonrisas, 
embriagan.

La historia cuelga de aquellos muros
pero hoy la luz del sol, jamas llega hasta allí.

Los hombros sexis de ellas, 
indómitos y libres, son flores
en el otoño que termina.

Flores que se adormecen en mis labios,
en mis alegoricos besos
que también embriagados, se pierden de la soledad
y buscan la seda perfumada que aleja la agonía,
el misterio y el dolor.

Y en el ritual de mis pensamientos,
beso los tuyos, respiro sobre ellos
inhalo de tu ser
llenando de imaginarias sensaciones
ese segundo, que también es muerte


Callaré cada mañana

Bueno, 
callaré cada mañana
a este corazón loco que grita tu nombre.

Ya no me opondré 
a que el tiempo me haga su rehén 
y me obligue a envejecer sin ti.

Quiero morir, como la gota que cae al suelo
evaporarme 
y llover sobre la huella que deje tu nombre 
por cada lugar que pases.

Allí donde esté

Sobre los tejados

El resplandor fugaz advierte
y ese gigante, dilapida sin piedad y con fuerza, 
las perlas 
que caen como lluvia sobre la ciudad.

De pronto el negro cielo que a lo lejos
se decoraba con un collar de estrellas
se torna gris como una acuarela, 
y se enciende otra vez fugaz azulado.

Me castiga el intento de olvidarte
y mi memoria se empecina contigo
como lo hace aquel viejo rey
con ese sirviente ruin.

Me vuelve escoria en tu vida
y me aprisiona mas que las manos el corazón.

Eres tu, gente de la mas hermosa
de esas que iluminan la noche
de las que huelen bien
de las que abandonan.

Difícil de creer

Las hojas que ya son marrones y rojas
caen a hacerse polvo,
como lo seremos algún día
también nosotros.

¿Ellas sufrirán la agonía de alejarse?
¿Serán alguna vez risa en el aire mientras alcanzan su destino?
¿o serán solo hojas?

Es difícil imaginar que la evolución o el cielo
solo tenga como artífice de felicidad, de bien o mal 
al hombre
cuando este lo único que pretende es eliminar a su igual.
Mientras que, algo tan simple como una hoja, 
sabe cumplir su ciclo y muere cuando debe hacerlo.

viernes, 7 de abril de 2017

Goliath

Eres ese Goliath real
con el cual me enfrento
cada día.
Tiempo, tiempo...
Pesas en mis hombros,
como el firmamento en los hombros de Atlas, 
pesas como una montaña, 
pesas cuál grano de arena, 
en ese reloj, que ve pasar cada segundo.
Eres el limite de todo,
el inicio de todo,
eres el agua y la sed.
Eres mi vida y mi muerte.

Luna y miel

El manto cálido de mis caricias 
y el bello territorio de tú cuerpo 
se unen como aliados
en el campo de batallas siendo uno.

La luna y la miel hoy son ajenas 
pero sueño que no, cada noche.

Con qué premura la piel se estremece.
Con qué labios puedo saborear tanta miel.
Cómo le digo a la noche que se detenga.
Cómo hacer para que ese amanecer impetuoso, 
no se desborde en nuestro lecho, 
y siga de largo para no despertar, 
para que tú no te marches antes del alba.

Dentro de la lluvia

Y sopló el viento
Y cayó la lluvia
Y la gente corre
Y otros caminan
Y los diamantes
caen del cielo como agua.
Y los cristales se mojan
y los amantes se besan.
Y el piso brilla.
Y la hierba disfruta,
pero yo también disfruto
esta lluvia bendita.
Y tu recuerdo llega
y querría abrazarte,
pero estás tan lejos
y yo tan solo.

jueves, 6 de abril de 2017

Otoñal

Pudo esta tarde otoñal
acercarte tanto a mí,
que besé tus labios para celebrar tu cumpleaños y algo más.
El brillo del sol cantó la música que tú cántas
y así te tuve más y más cerca, apenas a diez horas de la hora.
Ése cielo que por la tarde, se llena de hojas,
que dan vueltas y vueltas buscándote
en el laberinto eterno del reloj, que no marca el tiempo,
y luego, caen sin remedio al suelo y dejan su último aliento de vida.
bajo algunos pasos, que quizá también, perdidos van.

                                   Para Alejandra
                           

Esta noche

El asfaltado camino
se va desenrollando a cada paso
no tiene fin,
y sin principio, me lleva a los zarpazos.

Camino en ondulantes tierras
que no llevan a ningún sitio.
Presuroso camino,
con pasos cansados
con el peso, de estar anclado.

Con la carga de mil vidas camino
sintiendo dentro del alma
que todo se derrumba
que la plenitud del beso, jamas será.

Así eres oscuridad

Un tempano frio y cruel 
me quiso amar, 
pero,
como de mis manos tibias 
surgieron caricia y no oro 
dejo me ahogara.

domingo, 2 de abril de 2017

Lluvia

Una veintiséis, 
sentado en el patio del fondo de casa, 
con el improvisado fogón que posa en el trípode de acero
 y el fuego encendido, comienzo a sentir 
los primeros piquetes de gotas heladas de agua 
que caen suaves sobre mis piernas descubiertas. 

El fuego chisporrotea pidiéndome que no me vaya, 
que no lo deje sólo. 
La brasa se aviva con la brisa
y me tienta a quedarme.
Hay poca leña, 
el fuego no es tan fuerte pero es tan magnífico 
como ver, esos tus ojos.

No me quiero ir, 
aunque desde dentro de la casa, 
la cama me reclama y el sueño susurrante 
dice palabras hermosas a mi oído. 
Creo que las sábanas vencen está batalla,
 mañana u hoy será otro día.

Hace mucho, hace nunca

Permaneció sentado junto a la ventana donde siempre
el amanecer de su pelo de oro, clamo su atención como un eco
apresuro las lineas para describir la embelesada belleza de su trigal
que cual atardecer, iluminaba el salón cual si fuere hecho de sol.

Quien trajo este ángel al mundo, se pregunta mientras escribe
raudo en las palabras no se detiene en pausa y se pronuncia
al ella levantar su rostro e iluminarlo con sus ojos de mar
el muestra en su mano una servilleta con las palabras que ella inspiro.

En el momento que el se acerca, ella se levanta y camina en otra dirección
él, preocupado por el desconcierto de tal acto, premura hacia su compañera
y en delicado acto de caballerosa insistencia dice, la chica que estaba sentada aquí
podrías por favor darle esto, la respuesta de su amiga fue, si claro, y el se aleja.

Minutos después, ella vuelve a su mesa, y su compañera le entrega el recado
el, no ve si ella lo lee, pero espera que si, sus ojos anteriormente no dejaban de buscarlo
por eso las letras, por eso la nota, por eso el miedo y la pena deja de lado y se acerca
rato después, el se aleja del lugar, pero parece ver que aquella servilleta seguía en su sitio.

La duda hoy lo persigue, como si fuera el anima encapuchada y de negro
que suele llevarte al otro mundo sin que puedas preguntar porque a mi
pero la vida es eso, vivir en dudas aun teniendo certezas, la viva es eso
se habrán perdido sus palabras para siempre, o habrán leído esos ojos su pasión. 

Los días fuera de la fantasía también pasan, como lo hace un rió
hoy en el mapa, vi que esa ciudad, no queda frente a la mía
camine en esas rutas, como lo hice en tu piel imaginándome en tus brazos
y me morí en cada paso, sabiéndolo, completamente imposible.  






Buscándote a ti

De la felicidad que estaba dormida 
y que ahora tomó asiento 
en las apretadas siluetas de madera
de las sillas que se acarician
y que desbordan el lugar 
trayendo risas abrazos y porque no 
miles de besos en caras exquisitas.

El humo que bruma desde el afuera
el brindis recordado del ayer y el mañana
los olores y sabores que despiertan apetitos
las amistades, las tertulias sin fogón
los encuentros  y desencuentros
todo eso en este bello sitio, 
que es como nuestra casa.

El faro en la inmensidad

Ya calló la noche, al estruendoso día 
y se presento hoy apresurada
estamos mas lejos del atardecer, 
que de la madrugada.

Los ojos que regalan su brillo, 
en esas caras hermosas
le regalan también al ambiente frescor, 
como a los jardines las rosas.

El lugar se colma en un instante, 
de risas, besos y abrazos
pero algunas mesas llevan la carga, 
de corazones en pedazos.

Se ven los labios hablar de amor, 
y en sus sonrisas, el amanecer se ve
 y se derrite la nieve en el tacto de manos, 
y en los ojos apasionados. 

Se te atiende cual Majestad, 
en un castillo imaginario
nos sentimos como la tierra, 
en el sistema planetario...nos sentimos en casa.

El ruido de mil charlas a mi alrededor, 
se hace música y canción
se hace mudo, 
se hace grito, se hace campo, mar e infinito.

Bebo el amargo sabor de la cerveza, 
que es mas dulce que la agonía
mientras te escribo prosa, 
cantos, rimas, soñando en ti, mi poesía.

Perfumes, olores, sabores, 
el aura rebasa el limite de la imaginación
y se mezcla con otras en un cúmulos de sentimientos, 
que llegan al corazón.

Bella noche que me atrapas
dejaste caer sobre mi el manto del cielo 
de  mil estrellas como canto de sirena
y a las rocas mi deriva va, allí encalla mi condena.






sábado, 1 de abril de 2017

Observando el Olimpo

Charla informal sentadas en la vereda, 
mujer, con razón nacemos de tú vientre.
Hasta el sol envidia lo que eres.
La luna, sale solo para que el hombre 
la mencione​ al amarte...

Mujer,
divina imagen juvenil del futuro. 
Quien soy yo para juzgar.
La divinidad eres tú, cómo la flor en la vida.
Allí, sentada cuál reina,
cinco princesas que mañana 
igual que el alba, parirán vida.

Si buscamos a  Dios, 
lo hayamos en lo Diosa que eres.

Gracias por la gloria de ser.