martes, 27 de noviembre de 2018

Ensoñación

Tienes una ensoñación poética en tu semblante, que discurre como el viento sobre las olas, como las nubes en el cielo, como una caricia deseaba en la piel
Cual carta de amor, tu perfume suave y eterno, se impregna en el recuerdo de esas letras por leerse que palpitan dentro del diminuto sobre color arena, que aguarda sobre la mesa del salón.
Una mezcla de sal y azúcar cruza por debajo de la sombra del ciprés, ese que alguna vez tus inocentes manos plantaron en el patio cercano a la entrada de tu casa junto a cerca de madera en la cual se apoyaban tus manitos  para dar tus primeros pasos, tomada de las manos de tu papá.

Luz divina

Atravesé el umbral, cruce la puerta que me aleja de todo y hallé en la enorme y enredada maraña de momentos vividos, un pequeño y diminuto trozo de recuerdo, que brillaba como el oro, entre todas las cosas que quedaron guardadas en mi memoria... mi niñez quizá, un amor, la soledad, un abrazo?

Caen suavemente mis párpados
e inmediatamente fluyen
cual cometas
en la inmensidad del cielo nocturno los recuerdos a mi mente,
como reclamando el tesoro
inamovible de aquella felicidad
que supo en el enmarañado sin fin de momentos ser magna estrella que atravesó las penas y se hizo luz en este fugaz pero eterno momento.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Nos hallamos

Caminé,
así como el sol
camina en el cielo,
y, como eras el horizonte
al atardecer, llegue a ti.

Desnuda por completo
la noche llego
y acusó a mi baja guardia
la soledad, sin tus besos.

De prisa
volvió el amanecer 
escondiendo
en su fulgurante luz
todas las caricias que no te di.

Disfrutamos
el amanecer y el atardecer
olvidándonos del sol en lo alto.

Disfrutamos
la niñez y la vejez
olvidándonos por completo
de la vida.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Bella mañana

Mis ojos permanecen cerrados, el sol desde el oriente se acerca con su flama eterna. Por la ventana la brisa se cuela por debajo de la delicada tela de la cortina blanca que ondea como si tuviese vida.

Te oigo a mi alrededor, siento tus movimientos, puedo saber que haces aun sin verte. Mis ojos permanecen cerrados  como si durmiera, pero te oigo a mi alrededor. El sol lucha frenético por atravesar el umbral que da al exterior.
Tu aroma me alcanza como un tibio beso, te siento acercar, y mientras eso, tus dedos delicados caminan por mi piel, que se estremeció al contacto con la tuya.

Despierta dormilón dices con dulzura, aun sabiendo que ya estoy despierto...despierta, mira que bella mañana nos regalo el universo.

Caes suavemente sobre mi, algo así como cuando la ola cae sobre la arena y la moja. Tu orgullosa belleza se rinde, como la sed al agua. Vuela leve la cortina que simula ser viento y nos da el sol en la piel nuestra que brilla como el oro por tu sudor y el mío.  Se  oyen pasos fuera, y  una puerta se golpea, nos miramos y sonreímos, nos dijimos tanto en esa mirada. Caes rendida en mi pecho, como naufrago en la orilla y descansas.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Todas las veces que morimos

No son aquellos, los mismos
que cargan mi ataúd
cada vez que muero.

Son dolientes diferentes
que acompañan la negra caravana.

Otras caras, otras lágrimas
otras gentes,
que se ven con asombro
por primera vez.

Otras vidas en mi vida
que inundan e iluminan por momentos la fragilidad del amor.

Se sorprendió esta hora,
por las miradas, y cada paso que me acerca a la fosa sale de mis labios, otra vez muriendo...

Por algún tiempo, se olvidara de mi la risa, mientras me oculto tras lágrimas invisibles que caerán suavemente como lluvia.

Y en esta lejanía algún día volverá a salir el sol, porque también el día muere y nace y la noche escapa y también surge, nace, vive...

Aunque ayer,  tras aquella coraza inexpugnable, hoy me siento mas vulnerable que nunca...
Por eso cada vez que pierdo muero y cada vez que te encuentro, hállo en ese encuentro, la eterna razón de vivir.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Ven

Ven, ven a mi pecho.
Hazlo latir nuevamente.
Da de tu amor, para que fluya vida en él.
Bebió las ansias del rocío
y sació de aquel ayer, toda su sed!
Encontró en su oscuridad la luz esa mirada, y fue testigo silente de mi muerte, otra vez la noche.

Fugaz, si...fugaz fue el brillo de tus ojos en mi vida.
Como fugaz la aurora en tus brazos.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Esta tarde de ayer

Una a una
las pequeñas gotas de agua
llenan ese cántaro que hace nada era barro, y hoy contiene milagro.

Uno a uno
los pequeños granos de arena vacían el tiempo futuro que vemos convertido en pasado ante nuestros ojos aunque estos desborden pena.

Ahora
lluvia...que brota de sueños
tus latidos.
Ahora
sol...que tu piel hace
de la mía verano.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Quiero que sepas, que por ti... muero

Cuando la luz del día se oculta
bajo niebla nocturna de tu olvido
yo muero.

Cuando la voz de tu mudo silencio
ataca a mi corazón lleno de ti
también muero.

Cuando te sueño
como anoche te soñé
y despierto vacío de tus besos
muero igualmente.

Cuando camino en tus calles
y en penumbra vuelve la soledad allí, también se que muero.

No cobija el alma
la ausencia de ti un solo instante
más, que la apacible angustia
de no tenerte.