Caminé,
así como el sol
camina en el cielo,
y, como eras el horizonte
al atardecer, llegue a ti.
Desnuda por completo
la noche llego
y acusó a mi baja guardia
la soledad, sin tus besos.
De prisa
volvió el amanecer
escondiendo
en su fulgurante luz
todas las caricias que no te di.
Disfrutamos
el amanecer y el atardecer
olvidándonos del sol en lo alto.
Disfrutamos
la niñez y la vejez
olvidándonos por completo
de la vida.
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