domingo, 16 de abril de 2017

Con todo el fulgor

No me ha regalado el sol del amanecer 
una aurora, como la del mirar de tus ojos.

Aurora mía, o simplemente aurora
que amaneces en libertad
y moras mas allá de mi ocaso
cuanta luz en tu mirar.

El cielo deja de ser azul cuando estas
el aire se vuelve suave en el aura de tu voz
las nubes pasan a ser el suelo, y vuelo
tus manos, la cálida caricia al corazón
tu dulce honestidad,
mi fragancia favorita
y tu boca,
 la miel que cae en mis labios.




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