Y anoche, te volví a soñar.
Te soñé real,
como cuando niño, soñaba ilusiones de enero.
Cómo cuando el letargo
se zambulle en alguna alegría
Te soñé real,
como cuando niño, soñaba ilusiones de enero.
Cómo cuando el letargo
se zambulle en alguna alegría
que se despabila en ese dormir aventurero,
que provoca saltar al corazón,
que provoca saltar al corazón,
igual que lo haría un beso.
Te soñé
y a mi mente llegaba tu risa,
como lo hacen,
las olas a la orilla
o los amaneceres,
a tus ojos hermosos.
Te soñé,
y pude reír,
como el niño
en los brazos de su madre,
o una flor silvestre y solitaria
que es iluminada rara vez por el sol.
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