viernes, 16 de marzo de 2018

Limbo

El espíritu del tiempo,
se acomodo a mi lado
en el sofá junto al fuego.

La alborada desmiente 
cualquier atisbo de alegría 
que perplejo se grabó en mis ojos.

La brisa matinal que ayer dio vida
 se empaca de nostálgicos versos
 en hojas vacías que imploran.

Desmedidas horas sueñan tu voz
 como en invierno se sueña primavera
o cómo el rocío a la noche sueña.

Los pasos sordos en las callejuelas
 retumban el silencioso camino
y sin esperanza el alba se cuela.

En el pináculo del tiempo 
se pierde el arrullo 
que añora todas las horas 
que alguna vez nos regalamos.

Y mientras las arrugas 
nos esperan en el horizonte del tiempo
hacemos lo posible por olvidarnos.



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