sábado, 7 de julio de 2018

Lluvia

Llueve...
Las heladas gotas de lluvia que caen azarosas sobre mi, le dan cierta calidez al pensamiento que te evoca con cada una de esas gotas que al chocar en mi cara simulan tus besos.
Serena y despistada surge como fantasma alguna pícara y salada lágrima que se mezcla con la dulzura suave de la lluvia que me baña, y la siento caer en mis labios y cuál guardián de un recuerdo esa lágrima explota en mi boca acusandote a ti.
Sin truenos ni relámpagos, sin rayos y sin viento cae la lluvia apresurada a besar la tierra, sin reproches ni recuerdos, sin orgullos ni recelos se unen.
Hoy no he visto a nadie
y nadie me ha visto.
Como aquella raíz del árbol cortado, vivir por vivir.
Sigue el mar que vive efímeramente en las nubes cayendo sobre mi,
aunque no llueve ya.
Soñaré en tus brazos otra vez cuando la calidez de mi hogar sacuda de la pared la fotografía que se petrificó con tu ausencia.

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