miércoles, 3 de octubre de 2018

Temor

Que raro y triste se a vuelto el mundo
pues ahora me gustaría observarte
si, observarte 
por la rendija de la cortina 
que da al patio de tu casa.

Verte en silencio
como siempre lo hacía.
Ver tus gestos, tus expresiones
y si fuese posible el milagro 
en  ese momento, ver tu sonrisa.

Y si de pronto adviertes mi presencia poder sentirme en paz
teniendo la certeza 
de que no lo tomarías a mal.

Pero, en esto se convirtió sociedad 
en piedras en el camino, en escollos, en baches llenos de desconfianza y pavor.

Así que deberé quedarme con las ganas, de atravesar el umbral de tu hogar contemplando a la distancia la clara figura de esa ausencia.

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