sábado, 27 de octubre de 2018

Viejo

A veces cuando nos dicen cada tanto
uno se pregunta, ¿cuanto tiempo es?
Cada día es cada tanto.
Cada tanto es cada día.
Entonces,
cuando cada tanto vienes
a mi memoria,
se que es, cada día.
Agridulce era nuestro encuentro
como agridulce es hoy tu ausencia.
Tus gigantescos pasos
no fueron guía.
Tu solitaria trasnoche
embriagó tus míseros sueños,
y fue ancla  que hizo se hundiera
la poca esperanza que nos unía.
Tu presencia vaga, a veces distante
como lo son las estrellas o el ayer.
Tu voz recia, fuerte
vive en el eco y su memoria
resuena en el adiós.
Cava hondo en nuestro ser remembrar
aquellos pocos instantes que nos unieron,
pero aún así, cuesta dejar pasar ese oro en polvo entre mis dedos.

No hay comentarios: