domingo, 2 de diciembre de 2018

El puñal de tu mirar

Las caricias que corren por detrás son la mascarada que envuelven el veneno de tu adiós.

Mirta,
como dueles,
como dueles,
como dueles.

Muero en ti
cada vez
que el sol
toca el horizonte.

Vivo en ti
siempre que la aurora
llama con su fuego
a las puertas del amanecer.

Pudo el mañana
que nunca me hallará
en tus mañanas
hablarme al oído
mientras como la vida
que se le escapa al convaleciente
se le va sin que éste,
pueda resistirse
al agónico camino del olvido.

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