Los ríos del tiempo
se han alejado
hallaron otras rutas
en su reloj de arena.
Cada minúsculo pedazo de roca
que cae dentro de ese cristal
nos acerca más y más
al infranqueable destino.
Aurora y anochecida dos mujeres
que jamás se conocerán
que jamás se verán cara a cara
que jamás se tendrán envidia.
Si fuera capaz el azar de unir
a esas dos damas
en el mítico instante de tu sueño,
cuando duermes Inmaculada, rodeada de mis besos y mirada, ellas encontrarían la excusa perfecta para poder adorar a una Diosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario