martes, 1 de agosto de 2017

Como peregrino

Un pequeño trozo de papel,
una frase
Unas calles vacías,
cómo que se detuvo el mundo
Una luna que se derrama
en esta diminuta cascada
que hoy​ visito, lejos del hogar.
No hay ángeles a mi alrededor
Sólo figuras estáticas sobre dinteles
que simulan serlo
embriagadas quizá
por la prisa del tiempo
que se nos va entre los dedos.
El cielo se encrespa
cae la lluvia
que se escurre entre las ramas
cual sentimientos.
Ya a pocos pasos,
se rinde la montaña ante mí.
Cae cual coloso y sonríe
cuanto sudor hasta aquí.
La frase en mis manos,
la montaña bajo mis pies,
la luna brilla como siempre,
el cielo se deja ver
majestuoso e infinito.
Puedo sentarme y contemplarlo
 la brisa fresca, besa mi cara.
La noche me acompaña 
en este recóndito e increíble lugar.

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