martes, 15 de agosto de 2017

Entre aquí y allá

En medio de un desierto de arenas rojas, 
donde tus pies se deslizan hacia mí.
Tu vestido blanco 
que vuelva en la brevedad de la brisa
y sacude el perfume inconfundible de tu piel.
Que miel me regaló el Olimpo
que el sabor enajenado de vergüenzas 
no pude disfrutar.
Que locura perderte y dolor
Los sonidos que quedaron entre muros 
que deambulando hoy
padezco en místico y real dolor.
Me embruja la dicha perfidica 
de los errores que suenan como tambores de guerra, 
y que nunca cesarán, 
aunque el infierno se congele 
o mi alma se consuma esperándote.

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