lunes, 21 de agosto de 2017

Noche

Qué horas, y yo pensando en ti
El amasijo de recuerdos brota
Un café en la madrugada
Los pies descalzos
El viento acaricia a la noche
El reino de Morfeo no abre aún sus puertas
El molinillo que ayer jugó en las manos de ésos niños vuela en el jardín
La hierba que pretende llegar al cielo
parece ciega y te busca a tientas en el revoloteo de hojas secas.
Dejó caer en mi lecho este cuerpo desnudo, con ilusión de amenecer en tus brazos
mientras finjo dormir.

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