viernes, 29 de septiembre de 2017

Bella mañana

La luz de la mañana
se apresuró a entrar por la ventana.
Por el único espacio que permitió la cortina oscura
que cubre el ambiente.
Su caricia, dio justo en mi pecho,
su calor como un mordisco me despertó.

La agónica noche,
se fue protestando, como que el día la hubiese corrido a empujones.

Entre sábanas, mi cuerpo enroscado apenas se podía mover.
Cómo con un enorme​ peso sobre mi despojo, me cuesta moverme, mis párpados están mas que cerrados, sellados.

En la habitación, se huele el dulce perfume de la trasnochada madrugada
que le robo a la fantasía la suave fragancia de su piel
y que el día presumiendo su arrogante fulgor, se llevó con los primeros soplidos de la esperada primavera.

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