miércoles, 20 de septiembre de 2017

En tu prisión

Déjame escapar.
De la ausencia de tu mirada
Déjame escapar.
De la falta de tus besos
Déjame escapar
Del buscarte cada día
Déjame escapar de aquí
El lamento ya no vale en tu prisión.
Déjame huir del silencio de tu voz.
Uno siente como la sangre bombea, se oye cómo el corazón palpita y la quietud.
Barco desprovisto de velas empujado en pleno océano, sin rumbo.
Nube viajera
que se deshace en pleno vuelo a ninguna parte
que se estrella sedienta de mar en mis ojos que brota la sal como ríos, Igual que la lava brota del volcán.
No quiero escapar de estos barrotes que llevan tu nombre escribi con un millar de nudos en la garganta para ti.
Cae la lluvia en mis mejillas y en este preciso momento mi corazón​ late loco por vos.
Y aunque ya nada más quede serás mi más hermoso recuerdo
Mi pecho salta, mi sangre hierve, y los días pasan.
Idea no tienes de como en casa se te extraña​!

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