viernes, 24 de noviembre de 2017

Confusión

En el clamor del espíritu, 
ese que nos dicta el  camino, 
hallé la flor, 
la que no tiene nombre. 

Chocan las palabras entre sí, 
como en el confín de la tierra 
el viento helado y la escarcha 
golpea la muralla que nos tiene atrapado. 

Es basto el sentir dentro de esa maraña 
que ah acaecido sobre la humanidad como un rayo, 
y fue vil el miedo del hombre que inventó la palabra 
para desviarnos de nuestro destino. 

Fugaz en el tiempo que se deja arrastrar 
como el ancla en el fondo del mar, 
sin un seguro fin, hasta que la roca de la fe, 
le indica el camino a seguir. 

Así entre bruma y ruido 
entre lluvias y tormentas,  
aquí se unirá la pasión con la tregua 
que deleitó los sentidos. 

Hoy mar en calma, se divisa tras la niebla 
la ruta que nos encontró, 
y deja ver en el horizonte,las primeras luces del fin
que hoy, 
atosigado de vivencias, transmuto en lo que somos
y culpables o inocentes, nos elevara 
hasta que nuestro recuerdo 
brille como una estrella.

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