La tinta del poema es el tatuaje
que toca tu piel y duerme en tus sueños.
Es el símbolo perenne que arrebata
creador de ensueño sin sentirse dueño.
El sol naranja hoy, cual mburucuyá
cuelga de la alambra en el horizonte.
y el viento crispado borra las nubes
que anoche pisaron aquel monte.
La cajíta el regalo sorpresa menos esperado
que el ya casi siglo, te regalo emocionado.
Un beso de amor tan puro como el de un niño
adorna tu rostro fresco como lo haría el armiño.
Moriré siendo poeta, o simple burdo de letras
que empeñado busca el saber siendo el amor su meta
Viviré y moriré de todas formas
como la estación que avisa la alondra
y como el agua que recorre el rió
llegare a mi destino ¡si tu eres testigo!
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