Comenzó el verano.
El cielo permaneció gris todo el día
el aire le arrebato al pino su perfume.
El cálido verano que llego, es ausente
aun la primavera orgullosa no se va.
La tarde que se aproxima,
que quiere llegar
se envuelve en misteriosas luces
que traen las nubes a este lugar.
Los tambores del cielo se preparan para sonar
se templan como con fuego
como con fuego se templan
los tambores en carnaval.
La brisa mas fuerte sopla
como lo hace en alta mar
y en las copas se oye un silbido
que en otoño es primaveral.
Igual que a un amor perdido
de las nubes se ven caer
perlas como suspiros
que son lluvia de atardecer.
Los malabares que entrega el cielo
de blancas luces y de azul
y que las nubes nos las oculta
bajo la lluvia cual blanco tul.
Moja, moja tu agua sagrada
que inunda el mundo bajo mi almohada.
Mientras mi sueño escapa lejos
dejas el suelo como un espejo.
Toda la lluvia del triste cielo
roba el perfume al jazminero.
Y ese perfume todo invadió
en el verano ausente, como el amor.
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