El azar que tu pelo derrama...Novia
como nieve blanca la montaña
pureza azabache diamantina la noche
en estrellas muestra el camino sin reproche.
Salta cual saltamontes sin prisa
envolviendo la madeja del destino con tu risa
añades, brisa y beso a aquella mañana
y suelto un suspiro al verte, sobre mi cama.
Quiero verdes prados dijiste, a mi oído
y la alarma sonó en mi pecho, como ese rió
y como este, toco tu orilla y tu puerto
navío místico llego a tu abrigo, antes de muerto.
¡Ahora!, que el abrigo de madera me cubre
ya no seré esclavo de mi sentir
suave terciopelo el cielo que brilla como tus ojos
vida, jamás volveré a sentirme un despojo.
La mañana sera tuya como lo fue mi vida
como lo es el sol, como lo es la noche y el día
albatros en el viento el recuerdo
que le dio a tu memoria mi amor, sin ser eterno.
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