sábado, 10 de diciembre de 2016

Río de la Plata

Miro el mar,
el viento eleva su cresta blanca.
Grandiosa visión desde aquí
El horizonte se convierte en la alianza
que une el mar con el cielo.
El eterno cielo, el eterno mar
La línea imaginaria y real como arcoiris
que solo se disfruta desde lejos.
Azul mar, verde mar eterno mar.
Las diminutas olas  chocan las rocas
tan solo una vez, solo una vez.
Elevó al cielo el clamor
El mismo clamor que el esclavo eleva.
Plácido silencio que  escandalizó su voz
que dice tanto como nada y se lamenta.
Voraz mar, vital mar.
Los interminables caminos que te cruzan
están marcados en las estrellas.
Amante que eternamente besara
esas playas también eternas.
Pero es el mar que con su místico existir
convierte lo banal en palabras.

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