jueves, 3 de noviembre de 2016

Me perdi

Tan solo me perdí en tus palabras
y otro poco en tus mejillas
en tus manos de diosa, en tu sonrisa

Ahora, el fuego de tus ojos como flama
despiertan deseos de hombre al alba
y encadenan a tu cintura mis manos.

Se oyen a lo lejos, aullar como lobos los versos
que te diré suavemente y de a uno al oído
mientras se esconde tras un árbol y me apunta cupido.

Me quemare en tu piel esta noche en el bosque
acariciaras el roció que camina en mi espada
y te cubriré con mi cuerpo mi cielo, hasta que el sol salga.


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