martes, 1 de noviembre de 2016

Menguante luna

¡Oh! amor mio, amor mio
desembarque en el edén de tu corazón
mientras la hierba crecía bajo mis pies
en el revolotee de la niñez nuestra
cuando coqueterías perfumaba tus manos
en el momento en que esa pieza de tela fina
escapaba de tus inocentes manos y corría hacia mi
cuando la primavera no pronunciaba amor
en un invierno que duro mil años
bajo la menguante mirada de la luna
que fue farol y cuna y también lumbre de mi tumba.




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