martes, 1 de noviembre de 2016

Ramón

Ramón

Cualquier palabra que pueda escribir quedaría profana en tu memoria
todos los años que he vivido, haz vivido, cada palabra que tengo en los labios
se expresa una parte de ti. Las enseñanzas que permitieron crecer con nosotros se hizo adulta bajo tu mirada y recuerdo. Diste a los tuyos y a los que no eran tuyos el valor y la autentica frescura de alguien grande como lo fuiste. Tantas cosas que aprendimos sin darnos cuenta las devolvemos también sin darnos cuenta, el valor de tu vida se transformo en miles y tu enseñanza es una guía que hoy es mas valiosa que todo. Tu familia, tus hijos, tus nietos, tus amigos y tus vecinos, fueron el tesoro mas hermoso que hubieras querido y que cualquiera hubiera querido, pero tu fuerza, tu energía, tu humanidad, tu cariño totalmente desinteresado enseño lo mas grande que pudimos heredar, tu Humildad. A veces recuerdo pequeños fragmentos de tu voz, tu risa, verte en el jardín Ramón.
No sabíamos de la muerte, hasta que te fuiste, no conocíamos el mundo del dolor hasta ese momento fatídico de tu ausencia. Llevo en la garganta el nudo perpetuo de jamas haberte llorado, te recuerdo aun cuando no lo hago. Cuanta falta nos haz hecho cuanta falta. las  reuniones te recuerdan, los consejos te recuerdan.
Hay tantas cosas que te hubiese contado y tantas que no.
Con Mamá, recordamos las mañanas en que amanecía con la radio y a tu lado, y tus hijos rodeandote tomando mate en una reunión cuasi majestuosa para un niño, eran otros tiempos Ramón hasta el sol brillaba diferente ,quizá porque estabas vos, quizá.
No puedo recordar de que hablaban en esas mañanas, todo es confuso en mi mente, pero sentir ese calor familiar que se perdió para siempre, sentir el bullicio de sus voces, la radio, el silencio de segundos interminables, hace dentro de mi corazón una fiesta y no puedo decir otra cosa que gracias por haber sido parte de mi familia.

                                                 Recuerdos de familia. pequeñas cosas

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