viernes, 11 de noviembre de 2016

Tu mirar

La  bendita luz de tu mirar
arrebata el calvario prometido del hastió
que desguaza la efímera mañana.

Se detiene el latir del viento en mi rostro
sabiendo lo que  duele, también lo que siento
el grillo llora en el patio  y el dolor detiene el tiempo

Voraz el camino sin rumbo que consume la imaginación
que abraza silente como un suspiro a lo lejos, o lucero
que brilla en lo alto y su voz deleita el horizonte entero.

Tumbos daréis callada, sollozando la tristeza que viene y va
procurando detenerse en mi camino, moribundo y seco
que se aleja del mar, la montaña, y la pradera y me deja lejos.


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