martes, 29 de noviembre de 2016

Tu bondad

Cuando hablas en ti, en tu soledad
hablas con él
Cuando callas silencios que duelen
hablas con él
Cuando te hiere el llanto ajeno
hablas con él
En la calle el mendigo que recibe de ti pan
Lo recibe de el
El anciano despojado que tu mano abriga
lo recibe de él.
Toda la bondad en tus manos, es Díos
Toda la risa que alegra el espíritu, es Díos
Alimento perenne, etéreo y vital
perfecto, sublime y Santo.
Llevo la gracia de tu amor que va más allá de las fronteras 
y abarca el cielo, la tierra, el mar y cada corazón, 
que aunque perdido, se eleva en suaves plegarias 
que callan la pena, permaneciendo intacto en el amor a Dios.

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