Como un viejo alquimista, a la luz de la vela
y en la oscuridad del bosque que rodea
lo ayer fue mi hogar, voy hilando,
letra por letra,
letra por letra,
queriendo descubrir el poema perfecto.
Amalgamando palabras voy,
buscando el eterno prodigio.
En el sin numero de intentos,
busco crear
busco crear
la piedra filosofal de mi poesía
esa que sin dudas te dirá, que tu eres mía
esa que sin dudas te dirá, que tu eres mía
y te devuelva a mi puerta.
En este tu bosque encantado
camino descalzo por las noches
hablando solo, como un loco aprisionado
dejando lo racional, en el lado oculto de la luna.
Disfrazado de ángel, dejo escapar un lamento
que se pierde en la parda y desenfrenada oscuridad
esa misma que implora mi tristeza en las mañanas
rogando al cielo...noches, como si fuesen milagros.
Pero el día me delata, me apunta con rayos de sol
aquietando mi mente y corazón
alejando el sentir con un escudo frívolo sin alma
socavando la poca fe, en las primeras luces del alba.
hablando solo, como un loco aprisionado
dejando lo racional, en el lado oculto de la luna.
Disfrazado de ángel, dejo escapar un lamento
que se pierde en la parda y desenfrenada oscuridad
esa misma que implora mi tristeza en las mañanas
rogando al cielo...noches, como si fuesen milagros.
Pero el día me delata, me apunta con rayos de sol
aquietando mi mente y corazón
alejando el sentir con un escudo frívolo sin alma
socavando la poca fe, en las primeras luces del alba.
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