lunes, 13 de febrero de 2017

Brisa estival

Casi son la una.

La calle esta rebosante de vida
en otra época hablaríamos 
de recolectoras y cazadores
quienes con sus bultos llevan a cada casa, el alimento.

Celeste el cielo, que se deja pintar 
por la espuma blanca de las nubes
las cuales lo adornan haciendo eco
del tan añorado cielo de mi patria.

El paisaje decorado 
con una enorme cantidad de toldos multicolores
que se asemejan a banderas que flamean al viento
acariciando el instante que se pierde en el tiempo.

El alboroto crece al acercarse la hora
de levantar los pertrechos mañaneros
que son desparramados por la acera y la calle
haciendo de ella un enorme mercado.

Los eternos aromas de especias,
tomillo, albahaca, orégano
también cedrón y la enorme gama de frutas
todo eso, en un ramillete de indescriptible efluvio.

La brisa caliente tironea las lonas
que dan sombra... gentes hablando sin parar tertulias de mediodia
vendedores anunciando sus productos
los vecinos que se encuentran
los carros de feria que se traban unos con otros en medio del camino.

El abundante momento entra en mis ojos
lo huelo, lo siento
como sentí alguna vez sus manos
su caricia, su aliento, sus besos.

Solo cruzo por allí, ese no es mi mundo
mi mundo, mi mundo...no se
el hecho es que el sol brilla fuerte
son casi la una, y solo pienso en ti.



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