Doy vueltas como un remolino de agua entre las rocas.
la eternidad lo dejo allí como testigo
que habla con cada ola que se rompe.
Sobre la Copa de los árboles
pero allá en el infinito horizonte
el sol que aún no se levanta,
decora el bajo cielo
con indescriptibles colores que se mezclan,
lila, rosa, fucsia, dorado, plata
es como un arcoiris horizontal de colores soñados
como para demostrar que el, es el Rey,
y que la naturaleza, brilla a su antojo.
También como clarinete
anunciaron su llegada todas las aves que te imagines
Vestidas de gala y con porte caballeroso
con su aleteo frenético demostrando, el eterno respeto al astro Rey.
El bello amanecer se presenta cual regalo,
y como este en su envoltorio viene a sorprendernos.
El aroma del café en la mañana que me preparé
va asomándose sin ruido y en puntillas,
para que el sueño de Ángel no se interrumpa.
Que bello es el desayuno en la cama,
hoy ya no te enojas por despertarte.
Afuera, los días se acortan,
el otoño que se acomoda, pronto llamara a la puerta.
Como en un collage escolar
que un niño crea con con su imaginación
decorando el cielo de nubes con algodón,
una parvada de pájaros elevó a este cielo Real
blancas nubes que se desparraman en el paraíso celeste.
Serán estos los pétalos que traerán para el paso del Rey.
En mi pequeño bosque mullido
entre la algarabía del trino,
la humedad, del rocío, la dorada aurora,
el verde perfecto, el aire suave de está mañana
y el aroma a café...pido por ti.
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