domingo, 12 de febrero de 2017

Pálida luna

El día nos guiño un ojo y se aleja despacio
mientras llega la oscuridad y nos tiñe de negrura
acompañada por cierta brisa 
que no quiere abandonar, a esta noche oscura.

Surge allá, tras el horizonte, 
un destello singular y apacible
que advierte en el mar el reflejo 
en el que ella, se viene a mirar, desde lejos.

La pálida luna aparece con su encanto
tras un velo sesgado de nubes 
que demuestran envidias de tiempo atrás
envidias de sus virtudes y su belleza sin igual.

Reina en la noche, plateada luna
que iluminas su alma cual ninguna
atesorando senderos y albas
dándole a las noches tu calma.

De este a oeste sera su reinado
mientras los grillos cantan, en tonos desesperados
y la eterna noche me habla de ti al oído
haciendo de tu imagen, mi único abrigo.

Se ira cabizbaja la luna
también cabizbaja la noche
de mis labios no oirán palabras
menos, algún reproche.

Pero como no es eterna la oscuridad
la veré del otro lado, cuando comience a aclarar
perdiéndome en destellos que me regale el rey sol
en el momento en que te comience a soñar.

Y en ese silencio, con el que ella impera 
se retira a sus aposentos la luna
dando paso a la aurora que tras la bruma llega
al tiempo que el sol entre bostezos, para salir espera 




No hay comentarios: