domingo, 5 de marzo de 2017

Aletargado

Me desperté este domingo exaltado por la hora
creí haber dormido un siglo, y solo fueron, cuatro horas
lo que hace la mente que se aguda en pensamiento
creí haber dormido tanto, y afuera azota el viento.

Hoy tendré visita, sin dudas soledad no tarda
que le hará ser popular y aveces bendita
con una cinta que en el recuerdo no puedes cortar
es mas, si lo intentas, el nudo harás apretar.

La cara me lavo, viéndome al espejo
cuanto jabón en mi barba o son canas de viejo
me enjuago con miedo, si no dormí tanto
son canas, me digo, a pesar de mi espanto.

Salgo hasta afuera a observar, si el tiempo a pasado
para mi asombro es verdad, no ah quedado estancado
pero es cierto me digo, con gran sorpresa
fue mi imaginación engañosa, que de la pena, esta presa.

Entonces, hacia la cocina me dirijo, a beber un poco de agua
también, en ese eterno sorbo procurar en mi alma, la calma
y veo sobre el muro de casa colgada cual una flor diminuta
es el destino grandioso, aquella higuera, me dio su fruta.

Entonces, esas señales, que sentia en mi letargo
no eras mas que el susurro, para arrancar mi sabor amargo
aquel sol rabioso que  me empujo de la cama que era tibia
y al muro me envió a mirar,
eran sus besos, sus dulces besos,
que igual que antes de su boca, me vinieron a despertar.

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