miércoles, 8 de marzo de 2017

Bajo la acacia

Como detengo esto,
que son disparos al corazón
el agreste pesar, se adhiere a mi pecho
igual que las horas, impregnan el aire.

Hoy

Bella mañana, tan celeste y blanca
tan solitaria, y cargada de nosotros
que hasta cuesta entender,
como esa llanta se balancea,
y es juguete del viento.

Sillas blancas,
verde prado,
sol florido otoñal.

Lega el otoño

Caen como gotas de lluvia sobre mi
las pequeñas hijitas, de la acacia  a veces lila
que perfumó nuestras mañanas,
mientras  yo esperaba, que morfeo de ti, se despida.

 






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