martes, 14 de marzo de 2017

Aquellas almas

Quizá encuentres allí,
en algún rincón del alma 
una silla para mi.

Tal vez no me importe
 permanecer como espectador 
si puedo verte.

Y si te vez al espejo
 y en esas cosas locas del destino 
una sombra notas que sigue tus pasos, 
no le des importancia 
quizá fuere aquel que una vez dijo amarte.

No temas nunca 
ahí en el baúl de tu altillo oculto 
permaneceré cautivo de mi.

Para que en la ciénaga 
que rodea el desenfado de las palabras, 
me sienta reconfortado en tus latidos.

En el pasado a quedado 
la rumiante suplica de mis labios 
y el silencioso encuentro de las almas en tu alcoba.

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