viernes, 24 de marzo de 2017

Desde Dios

Pensaba en la creación
En la primera mujer
En el primer hombre
En como desde el cielo,
Dios los vería.
Desde su cielo
En su fragilidad, y desnudez
Seríamos tu y yo acaso.
Los privilegiados de su visión
Frente a frente aletargados de amor 
exhaustos felices, sobre sabanas blancas, 
destapados dormidos de la mano
Mientras el, también se deleita
con la creación perfecta del ser humano.

Ámame,
crece en mi mente,
perfuma tu abrigo las letanías, 
callando nuestras voces, con los besos.
Palpitan los cuerpos en exaltación, 
y tu premura juvenil en la que siempre te vi,
llegara ahora hasta aquí.
Los recovecos del alma,
tienen espinas,
las heridas, jamás llegan a sanar, 
cuando de verdad amaste, 
sino, jamás he amado.


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