Despiadado, falso verano.
El fuego quema mis ojos
que no apagara lagrima alguna
quitó su manto a la luz
perdido en sus manos.
Molinos de viento serán ahora
los caminos.
tardíos y vacilantes ruegos
que bruman colosos los sueños.
Será que ese camino pisado
lodo se ha vuelto
igual que aire bajo las alas
del ave que migra.
Caerá pronto el ocaso
mi voz se irá con él
partirá en un tiempo sin tiempo
y tú, fuente de paz, no estarás aquí.
Hoy, cerca de ti te observaba
veía como la luz se pierde en tu cara
recordé el sabor dulce de tu boca
y fui en ese segundo... Feliz.
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