Llueve

Aquí estoy

tocando el cielo, escuchándote

serena es la noche

que embriaga con tu voz.

 Presurosa el agua se acerca desde el cielo

así como tu amor en el sueño

esta bien ese beso dador de vida

que denota inocencia en tu boca.

Espesa la oscuridad que empujo

junto a esas estrellas que se perdieron

tras las dominantes nubes

que harán llorar el cielo.

El perfume de lluvia se adueña del momento

como lo era hace rato el del jazmín del país

que salto el inmenso muro

desde la casa del vecino, escondiéndose en nuestro jardín.

Como puede ser posible

 tantos instantes mágicos

cuando el corazón del hombre

casi se detiene.

Quizá así es como Dios

me enseña el paraíso

hablando con esa magia que impregna

con una voz inaudible que se oye solo con el alma.