jueves, 5 de enero de 2017

Visita inesperada

Me sumergía en las historias como cada noche
aunque solo, podía sentir su presencia maldita 
como la bestia que persigue a su presa por el bosque
esperando el desahucio, esperando el paso en falso.

Me vi caer casi en sus fauces descontroladas 
sus  dientes afilados parecieron clavarse en mi costado
lastimando mi vientre, quemando por dentro
haciendo agua desde mis ojos arrancando un quejido al viento.

Su presa no sera fácil como lo imagina
pensé sin mas caído en la   nieve fría de mi mente
fueron algunos tormentosos minutos de pánico y dolor
que ahora es ausente aunque deja mal sabor.

Quien viera el frió cuerpo en quietud cuando amanezca
en quietud bajo las sabanas de cualquier mañana fresca
sin latidos y sin bríos dejándose por ella llevar
aunque miedo el no le tiene sabe que no ira a jugar.

Que llegue el día, que llegue el día, nervioso se repetía
como una noria que vuelve siempre a lo mismo
el habla con ella que no dice nada, pero el decía
no te temo por lo que pase, solo le temo a tu abismo.

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