La noche mágica, termina su descanso
y nos hizo el milagro,
el Rey midas que ayer murió en su codicia
en el alba redime su alma, y nos regala una caricia.
Resucito por un segundo, pinta de oro el cielo
que parecía gris en su imaginable sueño
oro son colinas, montañas y cerros,
y a las nubes, las deslumbro por unos instantes
como a las aguas que rodean los valles
fascino con su magia
y brindo esa luz también al estanque.
Que milagro inesperado
hoy nos regala el pasado
que en el olvido no ha quedado
pues este oro nos ha hechizado.
Buenos días...
habla el cielo con voz calmada
midas con esto, dejo su deuda saldada
y hoy para otra gloria, es este oropel
que mágicamente al cielo pinto con sus dedos ese Rey.
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