martes, 31 de enero de 2017

Mi fábula

Eres la única fábula que vive en mi piel
me duele el cielo en las manos
no tengo a quien darlo en la mañana
cantos de pichones que rondan en la casa.

El calor que roza las sabanas, migra
se aleja cómplice de aquel olvido
que se sentó en mi sala y me ve a los ojos
cada noche, cuando espero que llegue el sueño amigo.

Quiso en sigilo la cerradura abrir
donde guardo los secretos tiranos
que me embargan, que me atan de las manos
y se llevan toda mi vida en unos labios cerrados.

Me convierto en pária cada día
mientras mi cuerpo desangra agonías
el cacto que florece en mi, echa raíces
que se hunden hasta el fondo de mis cicatrices.

El bosque encantado renacerá victorioso
y dará resplandor y gozo
en la libertad del alma 
después que me hayan entregado flores en ese pozo.

Estaré por siempre en las paginas de tu historia
desojando, alguna mañana que se me olvidara
y si por alguna razón, mi musa se  perdiera
encontrare en tus ojos otra vez la primavera. 






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