Es verano
obvio es enero en Uruguay
me cuelo en la sombra en el pasillo frente a casa.
A falta de ganas
bebo un vaso de vino rancio que quedaba en la botella
apoyado en la pared de lo que antes fue la ventana al mundo.
El pie derecho aplastado en la pared y mirando la nada.
Es verano
pero el sol melancólico de otoño es quien reina.
La difusa sombra que provoca este sol otoñar
riñe con el espejismo en el borde de la casa
marcando la brecha de las estaciones.
Bebo el vino rancio exquisito
y me embriaga la tortuosa melancolía de tu recuerdo.
2 comentarios:
Ay! Walter... qué frágil esa "tortuosa melancolía de tu recuerdo". No siempre hace falta enmarcar las emociones con demasiadas descripciones de la realidad. Cuando se explora en distintas profundidades el entorno se pinta solo con cómodas pinceladas que hacen menos trabajoso el transmitir sentimientos.
Vas bien.
Abrazo grande.
Te agradezco el comentario, y la crítica eso ayuda muchísimo, gracias
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